Lectura, síntesis y reflexión de un texto de Maria Laura Sierra Moncayo Por Chrystian Gutiérrez (Los números marcan el párrafo al que me refiero los textos en azul son reflexiones agregadas)
“Trabajar significa emprender el camino para pensar algo diferente de lo que hasta entonces se pensaba” Michel Focault.
1. Cita pertinente para los defensores (a distintos niveles) de los que a pesar de no estar nos dan motivos para hablar.
2. Todo espacio de encuentro deberá buscar desencuentro y señalar contradicciones, encontrar puntos de ruptura que nos permitan pensar algo diferente.
3. En la construcción del futuro, de una mejor era moderna, todos los involucrados en el proyecto tenemos un compromiso con los excluidos y sus derechos.
4. En este mundo reinado por el caos, parecen insuficiente los marcos teóricos existentes para un análisis. Tal situación lanza un reto a todo intento intelectual existente de poner orden.
5. Este espacio de desorden evidencia las exclusiones y violación de derecho y abre paso a la irrupción de la sociedad civil vestida de múltiples organizaciones no gubernamentales paradójicas y contradictorias.
6. ¿Quiénes son los excluidos?
7. La exclusión no es solo el resultado de la injusticia es producto de una ley de ordenamiento intrínseca a la sociedad. Determina lo “normal” y lo patológico inadaptado e irracional. Esta ley genera un discurso en el cual las diferencias son consideradas desviaciones que deben ser corregidas Encausadas y reintegradas.
8. La “normalidad” busca imponerse sobre el desorden.
9. Los excluidos son una gran masa heterogénea y marginal
10. Como factor unificante de la masa marginal , está la falta de algún elemento idealizado socialmente en esa ausencia radica su transgresión.
11. En un afán por poner en orden lo que no lo está y ante la amenaza que estas ausencias representan, a todo ente marginal se le asigna un lugar (asilo orfanatorio, hospital psiquiátrico, cárcel…)
12. Las llamadas ciencias del hombre se han sumado a esta lógica de enderezamiento. El sujeto se convierte en objeto de conocimiento, formación y corrección, abriendo camino a posibles intervenciones ordenadoras.
13. En las diversas disciplinas el objetivo será “curar” colectiva e individualmente. Integrar al marginado, ya sea por medios terapéuticos y/o punitativos.
14. Dentro de los espacios de exclusión, en un esfuerzo por hacer comprensible la presencia de los “otros” se nombran catalogan y agrupan sus errores.
15. Todos los discursos sociales, científicos e institucionales terminan por estereotipar las desviaciones, por asignarle al excluido una función y un lugar.
16. En este ámbito, el discurso de los derechos humanos es y a sido fundamental, pero también excesivo e insuficiente.
17. Paradójicamente los derechos del hombre emergen cuando se presenta su violación.
18. A pesar de la paradoja, estos derechos se presentan como universales e incuestionables y se califica a la vida de quien los tiene como digna.
19. Como un ofrecimiento de progreso, se presenta a los grupos marginales la posibilidad de ser como los aceptados (la autora dice “como nosotros”)
20. Los derechos humanos suponen un orden justo, el problema es que fueron concebidos fuera de los márgenes.
21. El discurso de los derechos humanos se sustenta en una idea de equidad donde el mundo ideal, aceptado y fuerte invita a otros a su desaparición.
22. ¿Qué papel desempeñan los organismos no gubernamentales fuente a los excluidos?
23. El sufrimiento de las minorías es lo que posibilita la aparición de grupos que se oponen al poder.
24. Entre los grupos excluidos y sus defensores se llega a generar una extraña simbiosis de protector-desprotegido el peligro aquí es mantener la misma lógica de escenarios estereotipados.
El papel asignado al desviado es el mismo, es un marginado con derechos.
25. Cuando alguien hace bandera de su miseria, así sea para acabar con ella, se vuelve miserable.
26. Parecería que hay en nuestro modo de pensar una incapacidad de constituirnos sin excluir al otro comparar y desvalorización de lo distinto.
La mente inmersa en el código cultural, se enfrenta a la resistencia que este código ofrece a que en su interior se piense contrario a el, de esa fricción surge el movimiento hacia fuera de lo diferente, la exclusión.
27. Los discursos ordenan al mundo, legitimando ciertos saberes y desestima otros.
A nadie le está permitido entrar en esta legitimación si no le supone una calificación para hacerlo.
28. Al hablar del poder no podemos pensar que esté exclusivamente fabricado por ciertos grupos para asegurar su dominio.
El poder circula y funciona en cadena transitando a travez de los individuos.
29. Dejar de suponer al individuo como sujeto de derechos naturales.
¿Las relaciones de sujeción fabrican sujetos?
30. Los Marginados no pueden reconocerse en el discurso dominante más que como minorías.
31. Los márgenes están excluidos del texto, pero también lo configuran. Los marginados aparecen como un contorno que dibuja el mundo aceptado sin ser parte de el. La verdadera exclusión está en considerar al marginado como un ente negativo a lo existente
32. No existen las culturas homogéneas ni una cultura prioritaria ni un mismo concepto de lo humano.
33. Algunas culturas de las existentes frente a la dominante se resisten a la desaparición negándose a la integración recurriendo incluso a la violencia.
34. Cada cultura tiene su forma de ver el mundo el problema de las culturas desprotegidas es que los discursos establecidos los asfixian, no les permiten determinar su fuerza desarrollar sus discursos encontrar sus valores.
35. Foucault propone un proyecto que consiste en hacer entrar en juego los saberes discontinuos no legitimados, enfrentarlos con las instancias teóricas unitarias. (De antemano la autora subraya la imposibilidad de esto catalogando a estos saberes singulares incapaces de unanimidad.) saberes que deben su fuerza a la dureza que los opone a todo aquello que los circunda.
36. Esta insurrección de los saberes no pretende unificarlos, ni teorizar con ellos, si no reactivarlos y hacerlos circular. Hacer frente a los discursos científicos unitarios y formales.
37. El abordaje de los problemas de exclusión debe pretender incluir otras lógicas, nuevos discursos.
38. Plantear como solución la tolerancia y la pluralidad es arrojar a las minorías a una competencia en desventaja y al fracaso.
39. El deseo de cambio se presenta como el gran acuerdo entre los interesados. El problema no es el que si no el como, problema cuya solución debe gestarse entre ambos polos. (No creo que la intención de cambio pueda surgir con fuerza dentro del grupo dominante)
40. No se trata solo de demandas, pues estas están realizadas bajo la misma lógica.
41. Se trata de dejar de lado la forma abstracta y monótona de cambio y sustituirla por la idea de ruptura (La idea de ruptura es igualmente abstracta ¿o no?) Un cambio profundo y total del sistema.
42. Los discursos deben surgir en confrontación directa, no en una catalogación prejuiciosa de discursos prioritarios y discursos ilegítimos.
43. El papel de la universidad deberá ser el de un espacio donde circulan los saberes y se fracturan las verdades.
44. Frente a los derechos humanos, a la universidad le corresponde señalar donde fracasa el saber y se detiene el pensamiento.
45. Cuando la clase política y científica se juntan representados bajo el concepto de poder y saber, surge una peligrosa pretensión de verdad. Se bloquea toda duda o cuestionamiento.
46. Frente a la exclusión social, el saber universitario deberá reconocer su fracaso, pues en el campo del desarrollo y la integración poco o nada se ha logrado.
47. Todo esto Implica que nuestros conceptos y categorías son erróneas nuestra aproximación a lo marginal se sustenta en un sistema falaz. En realidad desconocemos lo que este fenómeno que llamamos exclusión.
48. Aquí cobra importancia la sociedad civil con un verdadero vínculo con el mundo marginal. Las organizaciones no gubernamentales saben que convivir con los excluidos los hace preguntarse, les plantea dudas. Desde esta práctica puede empezar a repensarse al sujeto excluido
49. Se trata entonces de que el mundo diverso y heterogéneo de la exclusión deje de ser objeto de prácticas asistenciales y reivindicaciones sociales y empiece a ser visto como cuna de saberes de una racionalidad y lógica distinta.
50. A la Universidad le toca hacer una relectura del saber y dar un sentido a la exclusión, escuchar lo silenciado y dudar de nuestro saber.
51. Estas reflexiones surgen de un trabajo realizado en el departamento de ciencias sociales y políticas. Para representar la racionalidad, analizar el discurso como juego estratégico, intentar reinventar al sujeto desde lo que falla, modificar los discursos que se ejercen sobre el hombre y pensar nuevas prácticas sociales.
En los puntos 52 a 59 transcribo cada testimonio textualmente.
52. “Yo a la sociedad no le pido un cambio, le pido solamente una infiltración dice una chava banda que antes vivía aquí por Santa Fe, y a hora se encuentra en el centro femenil de readaptación.
53. Artaud, refiriendose a VanGogh-dos locos frente a nuestra razón-señala “un alienado es en realidad un hombre al que la sociedad se niega a escuchar y a l que quiere impedir que exprese determinadas verdades insoportables.
54. En una pinta de alguna banda juvenil podemos leer: “las bardas son el medio y el spray nuestra voz”
55. En un poema un hombre que ahora vive en Almoloya nos dice:
No tengo ponzoña
Solo ensarto
Mis lineas
En la calides de una mano
¡Quiero gritar que se amar!
Soy mejor que mi psicologo
Es el quien me necesita
No yo.
56. Una chava banda, comenta:
A mi me ven y piensan “es Banda, es relajo, es inadaptada, no puede estar en la sociedad”. Estamos marcados y no debemos estarlo. Tenemos principios que si tu, sociedad, te sientas aquí y platicas conmigo todo un día, te puedo hablar de valores que tu no conoces, o que si los conoces, o que si los conoces los acomodas a tu modo.
57. Otra mujer profesionista, pero que también habita en el Centro de Readaptación de Tepepan, reflexiona:
Para mí, entrar en este centro representó liberarme de la sociedad. Mi libertad, mi libertad de la sociedad fue venir aquí. Yo sé que es absurdo, pero creo que la libertad no la conoce nadie, La libertad aparece cuando te la quitan.
58. David Fernández muestra en un libro impactante, la cultura, el pensar de los niños de la calle:
En la calle yo como, ¿sabe?, bebo, duermo. ¿Qué historia es esa de quererme sacar de aquí? (…) ¿Perder este espacio grato para mi? ¿A cambio de que? Institución y familia no me han enseñado a crecer. No me venga con propuestas como las de siempre (…) Usted también quiere esconderme (…) promesas (…) ya he escuchado bastantes.
59. También en un poema, chavos banda se atreven a decir:
Aquí estamos,
Agarrados a las paredes
De esta ciudad sin vida,
Haciéndola gritar,
Salvándonos del anonimato cotidiano.
Nuestra poesía es así
Nuestra cultura también
y nuestra prosa
y nuestras posibilidades
son así.
Así somos
Así vivimos.
Venimos desde el rincón obscuro del tedio y la desidia
A mirarte a los ojos
A molestarte
A golpearte la vida
Para que la saques
Para que nos invites a mirarte
Y nos grites también de que estas hecho
Y que ha pasado contigo
Así
Talvez
Si somos más
Logremos escucharnos.
60. Todos estos desires enigmáticos como gritos desesperados nos revelan que hay algo que no entendemos, piden algo más que derechos se trata de desconfigurar el texto, eliminar el margen y escribir en los espacios en blanco.
61. Se trata de pensar la contradicción, el ideal es siempre opresivo.
62. Se trata al derecho a ser excluido.
Yo diría el derecho a no ser excluido, como un título otorgado por el saber dominante, si, al derecho de ser fuera del sistema.
63. Mas allá del concepto de tolerancia o respeto, esto es quizá una nueva forma de violencia no ejercido del texto sobre los márgenes si no de los márgenes sobre el texto. Una violencia que dé cabida al saber del excluido, una violencia que modifique nuestro discurso.
64. La posibilidad de transformar el problema de la exclusión está ahí, no está en modificar un lado si no ambos. Es necesario reinventar con los excluidos y los no excluidos el concepto de lo humano (me parece una idea o ideal demasiado utópico
65. ¿O acaso sería demasiado violento para nosotros , el aceptar, o por lo menos atrevernos a imaginar, que junto con los presos podríamos proponer reformas al sistema penal.
66. Creo y lo creo firmemente que en este campo está todo por hacerse, no detenernos ante lo imposible, pensar algo diferente de lo que hasta ahora pensamos.