Esfera pública y prácticas antagonistas.
Lectura, síntesis y reflexión de un texto de Marcelo Exposito. Por Chrystian Gutiérrez (Los números marcan el párrafo al que me refiero los textos en azul son reflexiones agregadas)
Vivir un tiempo y en un lugar y (acaso) representar nuestra lucha. Par a introducir (y problematizar) la relación entre esfera pública y prácticas antagonistas.
1. “No podeis filmar nuestra lucha”
A comienzos de los 70, Alexander Kluge filmaba en la ciudad de Frankfurt una película que vendria a ser una transposición en imágenes de un libro de Teoría Política Pública en 1972 en colaboración con Oscar Negt.
En la película nos muestra un agitado escenario donde conviven la celebración colectiva del carnaval y las cargas policiales en el desalojo de un edificio ocupado.
Durante la filmación y con el propósito de documentar una lucha entre la existencia de legitimidad por restituirle valor de uso al espacio público urbano frente a los intereses de explotación privada.
La respuesta inicial fue tajante.
“No podemos permitiros filmarnos, para ello habriais de ser parte de nuestra lucha”
Kluge: “Si exigis el contros sobre la representación de vuestra lucha no podeis hacerlo en terminos excluyentes de propiedad privada, por lo demas es un error político negar toda posibilidad de transmisión de la experiencia y pedirnos que renunciemos a nuestra posible función especifica como cineastas a favor de la lucha inmediata, como si la accion política urgente fuese la única forma de oposición legítima y factible.
2. Se muestra finalmente el desalojo, a manera de concentrado de transgresiones contra el presunto realismo de la visión usual. Una negación explicita de la transparencia de la representación.
Se busca contribuir a su vez a la producción de nuevas experiencias de lucha y oposición.
Seria absurdo pretender siquiera refiriendonos a el grupo que pretendemos apoyar, sugerir que nos sentimos como ellos y ellas, la realidad es que no pertenecemos al mismo grupo; valdría la pena sin embargo desarrollar dentro de nuestra obra un puente que nos permita adentrarnos empáticamente en el (soy conciente de la aparente contradicción)
3. Tratando de los artistas cuyas prácticas se insertan en los conflictos en la esfera pública, Martha Rosler mencionaba la posibiidad de una “Representación Participativa” frente a las formas de representación que enmascaran la explotación simbólica y material de la miseria del sujetosubalterno
¿Se refiere cuando dice “simbólica” a la conversión del sujeto subalterno (excluido) en u producto esteriotipado?
Brian Holmes, habla de una “Representación directa” mediante un modo de producción, basado en principios colaborativos con quienes son protagonistas, dotándolos de visivilidad
Pública en sus propios términos.
Hablar en términos de representación en términos estéticos no es ni mas ni menos que encorar problemáticas de indole profundamente política , aceptar que se trata de un devate cuya urgencia se encuesta siempre en otro lugar.
4. Esa Urgencia se llama necesidad y deseo por restituir la autonomía social a partir de la experiencia real de los sujetos.
Impugnar y superar a las instituciones.
5. El trabajo teórico de Rosalyn Deutsche han constituido durante los años 80 una ejemplar critica radical de las formas espaciaciales urbanas producidas por el capitalismo avanzado (modo de producción espacial) y señaladamente de la función de las instituciones artísticas y de cierto “arte público” en los procesos de “gentrificación”:procesos de especulación, explotación y exclusión articulados en la configuración del espacio llamado público.
Deutsche se burla de la idea de restitución de la totalidad social o la vuelta de una idealidad emancipatoria que corresponde a un imaginario político reductivo y excluyente.
La producción de subjetividades alternativas se han convertido en meras afirmaciones de formas de vida humana “diferentes” (diferente folklorica) y en un hedonismo individualista sustituyendo a la articulación politica transformadora.
La teoría feminista teresa de laurentis el reconocimiento de que no hay vuelta atrás al envejecimiento imaginario político de la izquierda no excusa suficiente para la celebración del cinismo y la autocomplaciencia.
A pesar de la critica que se prodría hacer a la crítica misma que deutsche hace a representación y calificarla como insuficiente, ineficaces y superadas, sobresale una enseñanza ineludible.
“No se trata de considerar a prioristicamente algun tipo de escencia crítica del resultado del trabajo del arto, si no mas bien comprender toda obra y práctica estética en terminos contingentes, necesariamente sometida a las condiciones especificas de los contextos donde su producción difución y recepción tienen lugar”
Tomando en cuenta esta premisa cabria afirmar:
Primero. Una práctica artística crítica probablemente ser sometida a un proceso constante de resignificación.
Segundo. La complejidad del mundo actual, la heterogeneidad del espacio político y la fragmentación de la esfera pública hacen muy difícil considerar ninguna práctica artística crítica se dé en estado “puro”, o que podamos desarrollar criterios unidimensionales de eficacia o rentabilidad política.
6. Todo lo dicho vincula las cuestiones “estéticas” sobre inmediatez/mediación a la configuración actual de la esféra pública
(esto no lo entendí)
7. Negty kluge Sugerian.
La representación burguesa gerarquizante opera mediante una abstracción de la experiencia real, haciendola “ascender”, conectandola con una imagen mistificada de totalidad social. Esto con el fin de convertirlos en estereotipos fácilmente comerciables y manipulables, para así reproducir el bloqueo y explotación del contexto de vida de las clases subalternas.
Las formas de representación de una esféra pública autonoma y antagónica de las formas de esfera pública dominantes, debería operar por tanto justo al contrario en un sentido radical, es decir “hacia abajo” conectado en todo momento con las raíces de la experiencia real de las personas.
Cada clase subalterna debiera, para no estar clasificada controlada y por tanto excluida tener su propia lógica de representación (por supuesto incluido el grupo de personas victimas de abuso que aquí nos reúne.
8. El arte en la era de la explotación industrializada de la vida.
Negt y kluge describen la consolidación de nuevas esferas públicas de producción industrializada diferenciada de la burguesia clásica por su forma de procesar la experiencia social explotando directamente el contexto de la vida.
Toni Negri nos habla del fin de la posición central de la clase trabajadora fabril como sede de la emergencia de la subjetividad revolucionaria.
9.Es en este escenario donde han de ser consideradas necesariamente las nuevas formas de arte público de intervención en el dominio social o de exhibición estetizada de la vida.
No se puede apostar a un proceso general del arte público, si, acaso subrayar consideraciones.
A pesar de que las instituciones de la cultura sigan sometidas por la fachada de legitimación que le otorga el modelo clásico burgués, de acuerdo con el cual la cultura se considera un bien social y sus instituciones un espacio ajeno a la política, la realidad es que dichas instituciones hace tiempo que cumplieron su proceso de integración en los aparatos de las industrias de la conciencia: lo que se sigue presentando como espacios de educación y libertad , son también parte de los dispositivos sociales destinados a profundizar en la explotación de la vida mediante la producción del ocio industrializado.
Es así que el arte implicado en la exhibición de modos de vida en el ámbito de “ lo real” debieran considerar seriamente la posibilidad de estar cumpliendo un rol subsidiario en la explotación de la vida cotidiana.
10.Un artista (o artistas) puede elegir rechazar de antemano su inserción en el marco institucional artístico y por el contrario trabajar directa y exclusivamente sobre el terreno, vinculado de forma estrecha a una comunidad que lucha contra procesos de explotación y especulación.
Sin embargo, ello no evitará que una institución cultural museo o el diario conservador local contribuyan a imponer su propia comprensión de dichas fracturas. Y que la penetración del discurso institucional tenga una gran fuerza en la sociedad, incluso en un entorno aparentemente extra-institucional.
La institución dictará una jerarquización “hacia afuera”, sancionando que se considera culturalmente relevante y que tipo de debates son aceptables y en que términos.
Aunque queramos vivir en un exilio productor de arte revivificador de la comunidad exiliada o antagónica no podemos “tapar el sol con un dedo” y debemos ser conciente de las fuerzas que las instituciones y las ideas burguesas tienen en nuestro entorno.
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